El
sabado retomé un poco mi puesto habitual en el restaurante. Me
faltan cosas, esa chispa que tenía antes. No reacciono igual ante las
bromas y aún me cuesta conectar con la gente, pero lo hice y no
quiero ser autocrítica porque salió bastante bien y aunque siempre
sienta que puedo hacerlo mejor empiezo a comprender que con hacerlo
basta. Voy a dejar de menospreciar mis logros y a empezar a enorgullecerme de ellos.
En
medio de todo uno de los camareros es de los que nunca se calla
cuando ve algo que se puede mejorar.
No
había trabajado mucho con él y me fui a casa preguntándome porque
sus críticas no me afectan tanto como otras. Es la falta de
confianza, la forma de decirlo....
Mucho
más simple. Hay críticas constructivas y destructivas. Decir que algo se puede hacer mejor o dar una idea es una crítica
constructiva que no sólo no me hace sentir mal, me ayuda a superarme
y beneficia a mi negocio. Decir que algo está mal, culpándote y ninguneandote es una crítica
destructiva que me produce culpa y dolor y nos perjudica a ambos.
A veces cosas que nos parecen compicadísimas son sumamente sencillas. Se
puede decir lo mismo sin atacar ni ofender a nadie.
Me
he sentido tan mal por dejarme vencer por las palabras, tan herida por
no saber admitirlas que casi me da risa esta lección.
No
se deben admitir ni escuchar las críticas destructivas que sólo
tienen como propósito hacer daño y molestar. Igual que no se deben
ignorar las constructivas, que son las que nos pueden servir para
avanzar.
Hay
formas de decir las cosas, ayer me preguntaron que si me estaba
reincorporando bien al trabajo y lejos de ofenderme me halagó que
esa persona se preocupara por mi.
El
otro día el mismo contexto dicho de forma impertinente desde la
curiosidad malsana,”podrás volver a trabajar sin desaparecer” me
hizo rabiar.
De
nuestras mentes depende como expresarnos y de nuestras orejas a quien
escuchar.
Las
mías no van a dejar de oír,pero si tratarán de no escuchar y hacer
caso omiso a las palabras hirientes.
“No
abras los labios si no estás seguro de que lo que vas a decir es más
hermoso que el silencio “.
Proverbio Árabe.
Amapola, esta noche te voy a contestar con una canción! ;)
ResponderEliminarhttp://youtu.be/p3jcvgdbvo8
No dejes que esas palabras dichas con maldad te hundan porque al final no son más que palabras que no merece la pena que oigas, como tú muy bien dices.
Si no aceptáramos las críticas constructivas, no estaríamos trabajando por curar nuestras heridas porque no soportaríamos escuchar ningún consejo de nadie... Y es todo lo contrario. Nos encanta aprender cada día un poquito más de todo.
Sabes que me encanta tu actitud y no me cansaré de decírtelo.
Muy buena esta entrada también. ;)
Un abrazote muyyy grande desde tierras malagueñas!
P.d: Soñadora es lo más bonito que me puedes decir... GRACIAS, preciosa!
"Voy a dejar de menospreciar mis logros y a empezar a enorgullecerme de ellos".
ResponderEliminarSon tus palabras, no las olvides...
Un abrazo...
Soñadora,Anmagoga mil gracias por comentar siempre.
ResponderEliminarTratare de no olvidar nunca esas palabras y de llevarlas a la práctica,Anmagoca.
Genial la canción,escucharla al despertar me ha dado un subidón de buena vibra para el resto del día.
Es cierto,nos encanta aprender y este camino esta lleno de lecciones de vida. Es como si poco a poco fuese cambiando nuestra percepción y nuestras ideas... Tu actitud me sirve de ejemplo,eres la reina del positivismo.
Un abrazo enorme para ambas