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Palabras


La primera vez que escuche que era vaga fue en el colegio,me lo dijo la psicóloga. Suspendía no porque fuera tonta,sino porque ni me molestaba en estudiar ni en hacer los deberes. Sinceramente no se como obtuve el graduado escolar porque nunca toque un libro... Era vagancia pura.

Es un estigma que he cargado encima toda la vida. Me lo llegue a creer. Tanto es así que pensé que quedarme encerrada en casa podía ser porque en el fondo era esa perezosa que disfrutaba sin hacer nada. En algún momento quise negar la evidencia y traté de autoconvencerme de que sólo era vaga. De que era capaz de pasar meses recluida por gusto,no por fobia.

Como no me iba a sentir incomprendida si ni siquiera yo me entendía...
Me encanta dormir y tal vez pueda ser un poco floja en ocasiones,pero creo que como todos...

Mi supuesta vagancia no ha sido otra cosa que la desmotivación y la falta de ganas de vivir que ya arrastraba desde niña. Me he sentido señalada por ello desde siempre y tal vez hasta he actuado en consecuencia.

Pero no me quedo en casa por el placer de no hacer nada. La agorafobia fue uno de los muchos síntomas con los que mi mente me gritaba que algo andaba mal. El más atroz,porque me paralizó por completo. Admitir los abusos y empezar a tratar de sanar hizo que se atenuara.

No creo que nunca me la quite de encima,pero puedo aprender a sobrellevarla y en eso estoy.

Siento culpa por cada uno de los días que no fui capaz de vencerla y fallé en mis compromisos. Me indigno conmigo misma por no haber estado en cada uno de los acontecimientos que me he perdido...
Poco a poco me voy liberando de ella,junto con ese falso juicio que le hicieron a mi niña.

Si me hubiese dado una parálisis en el cuerpo todos habrían comprendido mi situación,al ser en el alma la gente no es consciente de la imposibilidad de hacer una vida normal.

La primera que debió honrar el silenció fue aquella psicóloga que en menos de media hora diagnosticó que era perfectamente normal,sólo un poco vaga. Antes de dictar una sentencia se deben valorar todos los factores. No estaba bien,no tenía amigos,el colegio era una tortura y el resto de mi vida un infierno,no veo la relación con la pereza. Al menos no aseguró que era tonta porque igual no sabría ni encender el ordenador...

Hoy en día cada conocido que me cruzo necesita saber porque he estado desaparecida. Es como preguntar a un paralítico porque no se mueve. Y en vez de contestar simplemente que no podía salir de casa divago diciendo que tengo ansiedad,una media verdad...

Pero por dentro me reconcome su curiosidad y su falta de consideración. Escucho sus “sabios” consejos resignada a su estupidez y tratando de no sonar excesivamente irónica les agradezco su preocupación.

Aunque voy rompiendo el silencio con quien realmente importa,la gente que si tiene tacto y que realmente me aprecia,prefiero no derrochar saliva con entrometidos completamente carentes de empatía que corren a soltar el chisme adjuntando gratuitamente su criterio.

Por gente así de sensible siempre intento pensar antes de hablar si mis palabras pueden herir o molestar a quien tengo al lado. Si sintieran el daño que hacen por no respetar la intimidad de los demás también ellos lo harían.

Y sobre todo intentaré siempre no ponerle a un niño la coletilla de.. travieso,malo,tonto,vago,... Porque se la puede creer y hacer que lo sea realmente.

Las palabras pueden herir más que los propios golpes,yo he recibido ambas cosas y el moratón se cura en días,la brecha en la autoestima dura años.

Comentarios

  1. Yo era retraída y casi no hablaba.Todavía me creo medio tonta.Está entrada me hace pensar y darme cuenta de como nos pueden las sugestionar las palabras mal dichas.Gracias

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    1. Gracias a ti por hacerme sentir que este blog es útil.
      Parte de este camino es descubrirse a uno mismo.Cree en ti,lo que te hayan dicho no importa,no eres tonta.Como dijo Forrest Gump tonto es el que dice tonterias...
      Un abrazo.

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  2. Ya has aprendido algo... a no poner coletillas. Es algo realmente magnifico, aquí comienza el respeto por los demás, es decir el respeto a ti misma.

    Yo cambié el termino vaga, por el de pereza. No solo suaviza esa actitud sino que además le quita la carga heredada y el prejuicio que conlleva no tener las ganas y ser igual de activo que los demás.

    Es una cuestión de actitud. A mi cuesta realizar cada una de las cosas que hago, una barbaridad. Poco a poco soy mas consciente de que esa pereza si la dejo hace de las suyas, entonces intento con todo el animo del mundo aceptar que soy perezoso y como regalo demuestro a este rasgo mio que también puedo trabajar con él en otra dirección.

    Congratularte cuando realizas cosas, tras vencer la pereza, es algo necesario. Reafirma tu camino.

    Animo compañera, tu puedes!!!

    Un abrazo de Encontrando el camino...

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    1. Gracias,tus comentarios siempre son un punto de reflexión.
      En verdad todos tenemos pereza,sólo que en nuestro caso hay muchos días que no tenemos ganas de nada y nos invade.Pero hay otros muchos días que a pesar de que está ahí trabajamos con todo el esfuerzo del que somos capaces.
      Nos superamos constantemente,ya no sólo venciendo la pereza. Así que me aplico la idea de congratularme por todos mis pequeños logros,me dará fuerzas para continuar caminando.
      Un abrazo enorme.

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  3. Amapola, cómo me ha gustado esta entrada... Y cómo me has hecho sonreír con tu actitud ante los "consejos" de los demás!!
    Por cierto, vaya tela con la psicóloga de tu colegio... Era buena, eh? Creo que voy a ir a visitarla un día de estos... Muy fuerte de verdad que muy fuerte. Anoche justo estuve hablando con una amiga mía que me estuvo preguntando que qué tal con mi psicólogo y tal, que cómo lo llevaba y mientras le contaba me di cuenta de que he tenido suerte. Es un buen psicólogo y ha hecho que me resultase muy fácil sentirme cómoda, no sólo en el tema de empatizar y tal. Sabe muy bien cómo tratarme. Me ha calado y hace que todo sea mucho más fácil... Es de agradecer, la verdad. Me ha indignado un montón que te dijese que eras vaga y ya está, que se quedase ahí en la superficie que todos ven. Di que sí. Para eso estudias una carrera de 5 años, para decir lo que todos dicen. En fin... Muy fuerte vaya, me ha parecido indignante en serio.
    Te felicito de todo corazón por esos pasos tan grandes que has ido dando hacia adelante. Por ser capaz de vencer día trás día tus miedos y no dejarte hundir más por ellos.
    Me has hecho recordarme a mí misma que no soy rara ni vaga si a veces siento que las fuerzas me fallan y que me cuesta muchísimo salir de mi casa... Al final salgo que es lo importante.
    "Escucho sus “sabios” consejos resignada a su estupidez y tratando de no sonar excesivamente irónica les agradezco su preocupación." Me has sacado una carcajada que no te imaginas cómo de grande.
    Ole, ole y ole! Eres muy grande, Amapola!!!
    Me voy corriendo a leer tu siguiente entrada! ;)

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    1. Gracias preciosa,lo cierto es que ese día estaba muy quemada por las preguntas indiscretas y la "sabiduria" de algunos,supongo que gente así hay en todos lados...
      Pero que bien hace sacarlo todo,nunca imaginé lo terapeutico que es hablar.
      Psicólogos hay buenos y no tan buenos,dar con un buen profesional es fundamental para nosotros y me alegro de que sea tu caso.
      Poco a poco me pongo al día con tu blog,pero quiero hacerlo despacito porque tu también eres grande,pero tu actitud lo es aún más y un ejemplo a seguir.

      Besos baturricos.

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