Pesadillas

Desde que empecé a escribir mis pensamientos y sobre todo desde que los comparto y siento vuestro apoyo he pasado de no poder dormir más de dos horas seguidas a parecer una marmota.

No acabo de comprender si es que mi cabeza está tan agotada que necesita mucho descanso o si es una forma de huir de la realidad. Me sigue costando conciliar el sueño pero cuando lo hago hiberno durante horas.

Salvo esos días que me asaltan las pesadillas. Son tan reales y tan terroríficas.

A través de ellas descubrí mi disociación,porque todas las imágenes las veía desde fuera y sin sentir nada. Como una película siniestra. Exactamente así volvían a mi los recuerdos perdidos.

Sin embargo hoy era yo quien veía la escena y se que este cambio es porque estoy preparada para asumir los abusos,pero duele demasiado descubrir esas sensaciones.

Siento que en breve me va ha tocar revivir lo que siempre quise olvidar. Hay que enfrentarlo,es otro pasito hacia adelante. Ya no soy la niña asustada cuya mente no podía asumir la infamia que estaba viviendo. Sin embargo este que se aproxima me atemoriza porque lo presiento diferente,en primera persona.

Creí haber recibido la carga más pesada,la mayor de mis culpas. Y todavía me pesa en el alma como un lastre que no puedo ignorar.

Pero sigo teniendo muchos huecos en blanco y no tengo claro que viene ahora. ¿Es peor el miedo a lo desconocido que la cruel verdad?. Detesto esta incertidumbre.

No quiero pensar en ello,acabará mostrándose haga lo que haga,aunque intente retenerlo.

Trataré con todas mis fuerzas de no derrumbarme de nuevo. Es una zancadilla más en este camino lleno de baches. Tal vez caiga en otro bajón,pero no me voy a permitir llegar al fondo del abismo otra vez.

Quiero recuperar la memoria y aprender a convivir con ella,pero nos desgasta tanto cada flashback...

Hasta ahora había sido relativamente fácil porque era ajena al dolor de mi niña,lo percibía pero no lo sentía.

Volver a meterme en su piel puede ser devastador,quiero creer que mi mente no me enviará nada para lo que no esté preparada pero eso no me va a evitar el dolor.

Si ahora tengo pánico no imagino que pudo pasar por la cabeza de mi pobre niña...

Un psicólogo me dijo que es como si le das a un bebe de seis meses un chuletón de ternera para comer,su cuerpo no está preparado. No dejo de repetirme que ahora puedo digerir el “chuletón”. Solo que no va a ser una digestión fácil...

Cada pesadilla ha sido un preludio de algo,y esta no va a ser la excepción. Son estos días los que nos asaltan las dudas,los que el temor nos tienta a retroceder y a seguir fingiendo que nunca ocurrió. Hay que enfrentarlo para poder sanar. La alternativa es sobrevivir,pero después de 32 años quiero empezar a vivir.