Gracias

Llevo toda una vida sintiéndome reina de la soledad. La losa que atenazaba mi silencio me separaba de todos. Creo que cualquiera diría que soy extrovertida, y sin embargo nadie imaginaba el pasado que me corroía. Todo quedaba oculto detrás del antifaz que yo misma había creado para parecer “normal”.

Sin embargo el día que decidí volver a la vida y salir del encierro me di cuenta de que esa soledad que sentía impregnada a mi esencia era ficticia.

No hubo juicios, críticas ni malas caras. Algunos conocidos si me han hecho preguntas curiosas e indiscretas, pero aquellos a los que puedo llamar amigos me recibieron como si los hubiera visto el día anterior. Me facilitaron tanto la prueba que estaba enfrentando que siempre me sentiré agradecida por ello.

Hace dos meses que me presenté en el foroGAM, mi tabla de salvación. Había leído todos los temas públicos y me había reconocido en tantas cosas que decidí dar mi primer paso.

Pasé de estar en un atolladero, encerrada en mi casa y en mi agorafobia a sentirme viva de nuevo.

Estos dos meses algo tan simple como hablar, algo que siempre ha estado en mi mano, ha sido la clave de mis avances.

A través de los otros supervivientes que internet me ha dado la posibilidad de conocer la soledad, la culpa, la vergüenza y el miedo se han ido esfumando.

No puedo decir que hayan desaparecido, porque aún me cuesta esfuerzo dormir o salir de casa cada día, pero los siento controlados, al fin.

Estos dos meses de trabajo son mi orgullo, cada pasito, cada progreso me hace sentir fuerte. Miro atrás y me parece increíble haber salido del fondo del pozo en el que estaba varada.

He llegado hasta aquí sola, pero apoyándome en vuestra experiencia. En los bajones que podían haberme frenado de nuevo ya no estaba sola, contar con vosotros ha sido determinante.

Soy consciente de que ya no puedo avanzar más sin terapia y casi cuento los días para que llegue septiembre, tengo muchas ganas de empezarla. Es una mezcla de nervios y de ilusión porque se que esta vez he elegido el sitio correcto.

Tengo amigos de carne y hueso, algunos aún no saben mi historia, otros la conocen pero por respeto prefieren no sacar un tema que podría resultar doloroso, hay quien lee mi blog y de paso visita los vuestros descubriendo muchos conceptos erróneos que se tienen sobre el abuso y comentándome después su asombro.

En cierto modo sigo en silencio, porque como realmente me siento cómoda es escribiendo y aún me cuesta hablar con mi voz de muchas cosas. Pero a la vez he liberado tantos fantasmas que parece que por fin puedo dormir de un tirón.

Ya no soy la ermitaña extraña que ha pasado meses aislada, ya no soy la debilucha depresiva. Gracias a mis amigos cibernéticos tengo un nombre, soy una superviviente. Una palabra que arrastra dolor y esperanza al mismo tiempo. Porque si hemos sobrevivido al abuso podremos superarlo.

En mi propia ciudad, en mi propio pais, en otro lugar de Europa o incluso al otro lado del charco he encontrado muchas almas gemelas. No debería resultar extraño teniendo en cuenta que un 20% de la población ha sufrido abusos, y en cambio es tan grande sentirse comprendido...

Es más de lo nunca soñé y no puedo evitar sentir angustia al pensar en todos aquellos que aún sufren en silencio sin imaginar que no están solos.

Hace tan sólo dos meses nació Amapola, la auténtica Ana. Hace tan sólo unos meses ni yo misma sabía que estaba pasando por mi mente, porqué me estaba desmoronando. Sin el foro ni vuestros blogs hoy la historia sería otra.

Todo el esfuerzo, cada palabra que escribís merece la pena porque más de un alma perdida como la mía encuentra sentido a su dolor gracias a ellos.

Abrí este blog por eso y quiero pensar que es un granito de arena de algo más grande. Quiero pensar que poco a poco algo está cambiando. Tantas voces gritando juntas acabarán siendo escuchadas.

Gracias por rescatarme del abismo y gracias por cada una de vuestras palabras. Sois el motor que me hizo despegar y el volante que me mantiene en la dirección correcta.