Impaciencia

Me pongo el listón demasiado alto. Hace unos pocos meses no era capaz de salir a la calle y ahora pretendo llevar una vida perfectamente normal,así de un día para otro y sin transición.

Soy mi peor juez y además tiendo a creer que los demás comparten mis veredictos de culpabilidad.

Cada vez que no cumplo con mis objetivos siento tal frustración que acabo siendo intransigente conmigo misma.

Después de una noche de tinieblas yo misma me he proporcionado un día de abismo. Atacándome a mi misma y recriminándome por todo.

Volviendo al círculo vicioso del que ya me creía fuera. Los mismos nervios,el mismo estres,ansiedad.

Pero hay un cambio positivo. Para empezar aunque me ha costado decidirme y he empleado demasiado tiempo he conseguido salir de casa.

El coche,la segunda prueba,ha resultado más difícil que estos días. Conducir a veces me hace sentir libre. Otras siento latir el corazón en la garganta. Hace mucho que no me enervaba en él de esa manera y supongo que ha sido más por los nervios que llevaba de antes. La vuelta a casa si la he disfrutado,eso me demuestra que ese pánico es por otra cosa.

El restaurante como siempre es la parte complicada. Donde más me autoexijo y donde nunca siento hacer todo lo que debo. Hoy directamente me he sentido inútil.

Y se que no es así,se que sirvo para muchas cosas y,aunque nadie es imprescindible,cuando no he estado he hecho falta. Pero me sigue costando no ningunearme.

Tengo tal afán de controlarlo todo que a veces parezco un perro rabioso,puedo ser bastante insoportable.

Nada es perfecto para mi,siempre se puede mejorar y si delego pretendo que hagan todo a mi manera.

Hoy he vencido a mis fantasmas,he ido,aunque no todo lo temprano que hubiera querido, y he conseguido cambiar el color de un día que se presentaba negro. Al final se ha quedado en gris clarito.

Me agota algo tan simple como salir de casa. Es un combate diario contra la agorafobia. Puede resultarme fácil cuando el cielo es azul,pero cuando lo envuelven las tinieblas es una batalla extenuante.

Sólo recupero las fuerzas cada noche,al escribir. Hago balance y veo que lo estoy haciendo. No es fácil pero lo hago a diario. Eso me hace sentir orgullo por mis pequeños triunfos.

Ya no escondo la cabeza,no me aíslo,no tomo la opción del cobarde. Estoy caminando y de momento voy saliendo de los baches aunque de vez en cuando haga un parón para coger fuerzas.

Trataré de no dejarme llevar por mi impaciencia y la de los que me rodean. No se si puedan entender que este camino es largo y que aunque por fuera me vean bien no estoy “curada”. Sólo estoy enfrentando mis fantasmas con la mejor actitud de la que soy capaz.

No se cuanto tiempo me lleve ni los obstáculos que tendré que sortear pero hoy me prometo a mi misma dejar de engañarme y ser consciente de que en cualquier momento puedo resbalar. También me prometo intentar levantarme siempre,las veces que sea necesario.

Hoy sólo he conseguido salir del negro cuando yo he decidido hacerlo. Su poder es fuerte y me arrastra hacia él en cuanto me descuido,pero intentaré estar alerta.