Cada
uno de nosotros tiene algún por qué en su vida,en el caso de los
supervivientes de A.S.I. Son infinitos.
Mentiría
si dijese que no trato de hallar respuestas. Algunas son imposibles
de comprender y otras son difíciles de asimilar,pero todas duelen.
La
principal pregunta que todos nos hacemos creo que es simple,¿por qué
a mi?. Según los artículos que he leído el perfil que buscan los
pedófilos suele ser niños solitarios,con baja autoestima,carencias
afectivas...
Es
posible que sea así cuando el abusador no pertenece al círculo
cercano del niño. En el caso del incesto,la mayoria,creo que
simplemente nos tienen a mano. No hay un porqué en nosotros,no es
por algo que hiciéramos o por nuestro carácter,tan sólo nacimos en
la familia equivocada.
Otra
pregunta que creo que nos carcome,¿por qué no lo conté? Si el
agresor tiene parentesco con nosotros nos encontramos con
sentimientos entremezclados,es lógico querer al padre,al abuelo,al
tío,al hermano,...
Por
otro lado tememos romper la unidad familiar o herir a quien queremos.
Además
todo abusador es un manipulador nato. Tiene una posición de dominio
sobre nosotros y nos convence de que hablar no es una opción. Nos
hace creer que no somos nada,que nadie nos va a creer. Ya sea por
miedo,por amenazas,por intimidación,por chantaje o por esa falsa
culpa que nos marca consigue que callemos.
El
abuso rompe la confianza en quien debería protegernos,nuestros
padres. Nos deja solos e indefensos.
Aún
así el cuerpo y la actitud si gritan nuestra verdad. Aún en el caso
de que no haya secuelas físicas nuestro comportamiento cambia debido
al suplicio que atravesamos. Todos los niños víctimas de abuso
hablan a su manera,pero cuesta escucharlos si no se les presta
atención.
¿Por
qué lo consentí o no me rebelé? No es posible que con
seis,siete,ocho años... plantemos cara a un adulto,estamos educados
para ser obedientes. Somos conscientes de nuestra fragilidad y de su
fuerza pero no de lo que está ocurriendo. Ni el cuerpo ni la mente
están preparados para entenderlo. Yo volvía a irme con mi agresor
una y otra vez porque mis padres me mandaban con él. Una gran culpa
que muchos experimentamos,pero tan sólo nos limitábamos a
resignarnos. No podía enfrentarlo,no podía pararlo y no podía
contar con que nadie me ayudara,me iba con él porque no tenía otra
salida. No era yo quien controlaba la situación. Hice lo que
pude,sobrevivir.
¿Por
qué seguí callando cuando crecí? Si nos criamos en una familia
musulmana cuando crecemos somos musulmanes,si nos criamos callando un
secreto abominable cuando crecemos seguimos callando.
A
esto se une que nuestro yo adulto encierra la culpa y la vergüenza.
Vivimos con una herida abierta que tratamos de no mirar para que deje
de doler. Tratamos de olvidar para ser normales, para pertenecer a la
sociedad, para que nadie vea la suciedad que sentimos.
Hay
mil por qués más para los que todavía no hallo respuesta, pero sigo
planteándolos. Para mí estas son las cuatro respuestas que al fin
me ayudan a sentirme libre de culpa. Por fin comprendo que mi niña
no pudo hacer nada para evitar lo que le ocurrió...
Amapola, muy buena entrada. Me encantan tus reflexiones y sobre todo me encanta ver cómo se lo explicas a tu niña.
ResponderEliminarPara mí hay 2 preguntas en concreto que por momentos me siguen resultando especialmente duras, el ¿Por qué no lo conté? Yo era una niña muy charlatana, lo contaba todo, sabía que algo "malo" había en eso que estaba pasando.
Por suerte en mi caso duraron muy poco, apenas unas 2 o 3 semanas porque un día me asusté y salí corriendo y eso supuso la ruptura familiar. Ahí está lo más duro para mí y lo que me lleva a una pregunta que me ha hecho muchísimo daño "¿Por qué me asusté si no fue para tanto?" Me enteré hace 2 años al empezar a ir al psicólogo que lo que había vivido eran abusos, "suaves", es decir, no fueron graves pero abusos igualmente...
Por mucho que pasen los años, sé que jamás voy a olvidar esa mirada de mi tío que me hizo huir de esa habitación. La he visto luego cuando he crecido y estado con chicos y me ha hecho sentir el mismo pánico, la misma angustia... Ahora sé que con mis 10 añitos reaccioné lo mejor que pude. Para mí los abusos en sí no fueron traumáticos, en el momento en que lo empezaron a ser, salí corriendo. Lo peor para mí ha sido sentir que yo era la culpable de que mi familia estuviese peleada. Eso ha sido más duro que los abusos en sí. Aún tengo que convivir con ello y a veces lo llevo bien pero otras se me sigue haciendo muy cuesta arriba...
"Vivimos con una herida abierta que tratamos de no mirar para que deje de doler." Me ha encantado esta frase. Yo siempre he sabido que algo había pasado pero nunca había tenido la fuerza suficiente para mirarla de frente por lo que bien cuentas, porque me hacía sentir sucia pero ya está bien. A mí romper el silencio me ayuda a eso, a sentir de verdad que soy normal. Es tan difícil sentirse avergonzada... Pero cada vez levanto la cabeza más alto!
Aquí estamos, aquí estoy contigo.
Un abrazo muy fuerte, campeona! :)
Lidiar con la culpa y la vergüenza es peor que él mismo abuso.
ResponderEliminarEstamos en el camino para dejar de sentirla,porque sabemos que no es nuestra culpa y que no tenemos de que avergonzarnos pero nuestro corazón todavía no entra en razón y seguimos sintiéndolo.
Pasito a pasito se sale,más aún cuando tenemos quien nos comprenda y acompañe.
Gracias por estar siempre,tu si que eres una campeona.
Un abrazo