En
mis peores días, no demasiado lejanos, el miedo me venció. Y lo hizo
de una manera devastadora.
Recluida
en casa, sin salir, sin contacto con prácticamente nadie y hundiéndome
cada vez más. Incapaz de dar la cara, imposible explicarle mi versión
al mundo cuando ni yo misma comprendía que me estaba ocurriendo.
Ni
siquiera podía permitirme pensar porque todo era tan turbio que me
desesperaba. Vivir, ver pasar un día tras otro, era una pesadilla y
acabar con todo significaba asumir la derrota.
Sin
opciones y en la más absoluta soledad trataba de
sentirme, simplemente, humana. Tal vez por eso empecé a levantarme de
la cama y me dediqué a ver todas las series y películas que
encontraba interesantes. Necesitaba soñar y crear un mundo de
fantasía para escapar. En eso la televisión es mágica, te
transporta a un mundo diferente y te transmite un montón de
emociones, es capaz de provocar la risa más sincera y el llanto más
desaforado.
Siempre fue mi vía de escape en la infancia, la forma de apagar el cerebro, dejar de pensar y conseguir que el zumbido de mi oídos se amortiguara.
Siempre fue mi vía de escape en la infancia, la forma de apagar el cerebro, dejar de pensar y conseguir que el zumbido de mi oídos se amortiguara.
Pero
eran demasiadas horas que matar y los canales de que dispongo se me
quedaban pequeños. Ahí entró en juego mi gran aliado en estos
momentos, internet. Sólo tenía que buscar lo que me apetecía ver y
mágicamente aparecía en la pantalla de mi ordenador.
Me
sentía prisionera del pánico, así que es lógico que una de las
películas que me vinieron a la cabeza tratase sobre la libertad, una
de mis favoritas, Braveheart. Esa fue una de las pocas veces que la
ruleta del destino giró a mi favor. Debido al reciente cierre de la
plataforma de descarga más importante de la red se me hizo imposible
encontrarla. Sin resignarme trate de visualizarla en youtube y tras
varios intentos infructuosos probé con el doblaje latino. Al
introducir “Corazón Valiente” en el buscador además del
familiar rostro de Mel Gibson me apareció la promoción de una nueva
telenovela con el mismo nombre.
Cuando
era adolescente me encantaba el mundo de las novelas con sus finales
felices, entonces era una romántica empedernida. Al renegar del amor
también abandoné mi pasión por este género pero algo me llamó la
atención en esta producción. No era la típica historia sino que
mostraban a dos mujeres fuertes y luchadoras que trabajaban como guardaespaldas.
Me
inspiró cierta curiosidad y comencé a verla a través de la web de
su cadena. Inmediatamente me enganchó. Es una serie de acción donde
los malos son muy malos, fresca e inesperada y desde luego para nada
predecible.
Uno de los personajes que me cautivó desde un principio fue Emma, alguien que aparentemente tiene todo y que en realidad convive con la soledad y la incomprensión. Un ser complejo que a pesar de padecer un trastorno bipolar nunca se rinde.
Uno de los personajes que me cautivó desde un principio fue Emma, alguien que aparentemente tiene todo y que en realidad convive con la soledad y la incomprensión. Un ser complejo que a pesar de padecer un trastorno bipolar nunca se rinde.
En
uno de los capítulos Emma confiesa que fue abusada cuando tenía
doce años. No se si fue la historia o la magnífica interpretación
de la actriz, supongo que una mezcla de ambas. Me hizo sentir una
angustia, un nudo en el estómago, algo indescriptible que me removió
las entrañas. Repetí las escenas una y otra vez, incapaz de dormirme
sin saber que me producía. Cuanto más lo analizaba más claro lo
tenía. El abuso, mis abusos. Por primera vez desenterré el fantasma
que estaba condicionando mi existencia y le mire cara a cara.
Indagué sobre las secuelas de los A.S.I. y me reconocí en muchas
de ellas. Entré en los blogs de otros supervivientes, leí sus
testimonios y me sentí abrumada. Un pasado que creía superado era
lo que estaba desgarrando mi alma. Sus miedos, sus secuelas, sus
experiencias era como si describieran mi interior.
Ese
ha sido mi día más largo, no sólo no dormí sino que al fin
desperté. El principio del cambio y de mi resurgir. He avanzado
mucho desde entonces, no me lo parecía hasta que he mirado atrás.
Hoy he ido a mi restaurante, a pesar de que aún paso la mayor parte
del tiempo en la cocina consigo salir de mi casa y llegar conduciendo
hasta allí. Sólo por eso ya veo un gran trecho de camino recorrido
tras mis pies. Puede que lo que me espera sea aún más duro pero
ahora tengo al enemigo frente a frente y la entereza para no rendirme.
En
su día quise dar las gracias a todos los artífices de mi primer
gran paso. Aquellos que me ayudasteis a romper el ostracismo al que
me había sometido.
Pero
había alguien que sin saberlo me había tocado el corazón. Algo tan
simple como inusual, tratar el tema de los abusos en una novela fue lo
que me hizo encontrar vuestra comprensión. Orgullosa de mi nueva voz
le remití a la creadora de Corazón Valiente un email. Es la primera
vez que alguien se atreve a tocar el tema del abuso en este género y
quise felicitarla por animarse a romper el silencio.
Al
abrir mi correo he descubierto con ilusión que no sólo ha leído mi
mensaje, además me ha contestado y de una forma tan hermosa que aún
estoy conmocionada.
Sólo
puedo decir una cosa; gracias por ser tan especial, Marcela Citterio.
Tu punto de inflexión. El instante en el que te desnudaste ante tí misma.
ResponderEliminarTodos tenemos uno. Una escena, un mensaje, unas palabras, un acontecimiento... Todas las víctimas de abusos que estamos en el proceso de sanar tenemos un momento en la vida en el que de repente somos conscientes de nuestro pasado y nos convertimos en supervivientes.
Y el tuyo es fantástico. Si respondes a su mensaje, transmítele el agradecimiento de todas las víctimas.
Estoy conmovida por tus pasos, por lo que has avanzado, por lo valiente, por lo superviviente que eres... Al igual que Némesis pido le envíes a Marcela Citterio, todo nuestro agradecimiento...
ResponderEliminarEsta tarde continuando con mis aventuras en las redes sociales me he hecho una cuenta en twitter,y ,además de a Némesis, he encontrado a Marcela Citterio.Le dí parte de vuestro mensaje,pero como me ha comentado que ha pasado por el blog he preferido dejarle el enlace y que ella misma lea vuestras palabras.
ResponderEliminarQue historia más bella Amapolita! Felicidades, que valiente has sido, que agradecida, escribiste sin esperar respuesta, simplemente querías hacerles saber lo mucho que había significado para vos, fuiste fiel a tus emociones, tu sentir, no te callaste, sólo eso merece una ovación de pie con ola de aplausos. En cuanto a Marcela Citterio, habla muy bien de ella que se tomara el tiempo para contestarte, precioso regalo, dos bellos seres humanos se encontraron, por esas "casualidades" de la vida. Inmensamente emocionada con tu compartir y muy agradecida, besos, un gran abrazo.
ResponderEliminarGracias por tus palabras SoyValiosa,ya te echaba de menos...
ResponderEliminarMarcela Citterio es una persona íncreible,me ha escrito cosas preciosas que me han calado en lo más hondo.
Quise agracederle su valentía al tratar este tema y me encontré con un ser lleno de luz,su sencillez y sensibilidad son infinitas.
Aunque me alegra tenerte de vuelta,siento que se te acabaran las vacaciones,un abrazo.