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Agorafobia



Encerrada. Así es como me siento a salvo y en paz. Pero va más allá, he tenido crisis en las que no soy capaz de ver a nadie. Ni siquiera de hablar. Pensaba que que tenía agorafobia. Hoy entiendo que es peor que eso.
Tengo miedo a la gente.
Demasiados comentarios mal intencionados, demasiadas malas caras. Mi antifaz representaba a una persona fuerte capaz de comerse el mundo, me lo llegué a creer. Conforme me voy desprendiendo de él comprendo muchas cosas. Cada frase hiriente, cada crítica, cada reclamo ha hecho mella en mi interior.

Herida. Por dentro arrastro un dolor inmenso. Soy extremadamente sensible y empática. Además de sentirme fatal con los comentarios trato de ponerme en la postura de quien los hace y comprenderlo. Eso hace que lo disculpe y aún me sienta peor.
Prácticamente nadie sabe mi secreto,quien soy realmente. Y creo que nadie ha visto a mi verdadero yo. Es un círculo vicioso. Empecé deprimiéndome, o tal vez exteriorizando la depresión que arrastraba hace tiempo. Tuve algunos episodios de ansiedad y ataques de pánico. Terminé recluida en mi casa.

¿Cuando fue que me rompí?. Todos creen que estoy así por la muerte de mi madre. Yo tengo otra teoría. Provengo de una familia desestructurada. Me independicé muy joven y nunca pude sacarme el carnet de conducir. Cuando tenía dinero trabaja viajando y cuando no trabaja no tenía dinero. En cierto modo mis síntomas comenzaron cuando estaba dando las clases prácticas.

Siempre fui consciente de los abusos,pero guardaba alguna imagen suelta, sin detalles. El primer recuerdo lo tuve en mi segundo viaje como conductora. Mi abuelo acariciaba una parte del salpicadero que sobresalía y me decía que era mi clítoris, se relamía mientras lo hacia tratando de provocarme, después cada vez que íbamos en el coche con más gente repetía el gesto y esa cara asquerosa. Un detalle olvidado que pudo ocurrir mil veces, una complicidad entre él y yo que me intimidaba. Cada vez que sobaba su coche yo sabía lo que significaba, lo que quería y lo que me esperaba.
Para que no fuera a aparcar solo me mandaban con él al garaje. Salvo en raras ocasiones los abusos se producían en el vehículo y sobre todo en su plaza de aparcamiento. Me viene a la memoria un pensamiento absurdo de una niña inocente, cuando cambió de coche me alegré ilusamente, como si todo hubiera terminado y el mal estuviera en ese viejo renault.

Antes de ese viaje ya había tenido episodios de angustia pero no sabía atribuir a que se debían. Lo paradójico es que me encanta conducir a pesar de todo y de tratar de evitar aparcar en parkings subtérraneos.
He llegado a pensar que maldita la hora en que se me ocurrió apuntarme a la autoescuela. Quizás es como cuando ponemos la basura debajo de la alfombra, al final el montoncito se acaba notando hagas lo que hagas.
Ahora tengo claro que todos esos fantasmas estaban dentro mio buscando como salir y lo habrían hecho exactamente igual.

Como me creía invencible y daba por hecho que mi pasado estaba superado, por omisión fingí que no existía y borrón y cuenta nueva, resté importancia al abismo que se estaba abriendo bajo mis pies. Me autoconvencí de que era por mi madre que estaba así o hice caso de esa gente superinteligente que todo lo sabe y en todo se mete. Por supuesto cada vez iba a peor.
Desde el primer día que abrí mi negocio a mi socia le superó, no supe ayudarla porque no me dí cuenta del problema hasta que fue tarde. Como todos inicios no todo salía perfecto y cuando había alguna queja era yo quien lidiaba con ellas, pero ella quien se sentía insegura e incompetente. El ambiente de estres perfecto se forjó cuando me estaba derrumbando. Me dejé la piel en ese sitio, he llegado a ir a las siete de la mañana y marcharme a las tres de la madrugada, parando sólo a comer y un rato por la tarde. Que nada pareciese suficiente no ayudo. Mi mayor ilusión era sacarlo adelante a pesar de la crisis, en él están todos mis ahorros. Pero estaba tan agotada que deje de luchar. En mi casa nadie me juzgaba. Cuando volvía los reclamos eran cada vez mayores. Mi padre y mi hermana avergonzadísimos por mi comportamiento ponían el grito en el cielo y en mis tímpanos. El apoyo familiar perfecto, como era de esperar. Una y otra vez se repetía la historia y vencía mi lucha interna consiguiendo volver, achacando todos mis fantasmas a su incomprensión. Hasta que llegó el día que la soledad y la autocompasión me vencieron.
Hasta que no puede soportar un reclamo o un mal gesto más. Para entonces amigos, clientes,... todos me hacían sentir culpable y mala. Ellos creían que a mí me gustaba dedicarme a estar larga en el sofá, indirectas tipo yo si tengo que trabajar o tu si que vives bien que siempre estas de vacaciones eran lo mejor que escuchaba. El día de reyes fue el ultimo que tuve ilusión, dormí poco madrugué mucho y tardé dos horas en aparcar, ansiedad extrema y discusión telefónica incluidas, no me explico como no tuve un accidente conduciendo en ese estado. Las malas caras, la decepción de todos fue tan grande que cuando llegué a mi casa sólo quería morirme.
Aleteé como pude un poco más pero tenía las alas rotas y me encerré, me aislé de todos. No llegue a atentar contra mi vida porque en el fondo soy una cobarde pero lo pensé continuamente. Dejé de vivir de otra manera, desapareciendo.

En esa reclusión empecé a meditar, a buscar un porqué a las cosas. La gente me repudiaba y me faltaba al respeto pero yo tampoco me explicaba, como hacerlo si yo misma no sabia que me ocurría. Simolemente me limitaba a suplicar que no me hundieran más.
No se ni como se me ocurrió, o sí, algo me paso cuando ví una escena que trataba los A.S.I. en la televisión. Busque información en internet sobre los abusos sexuales en la infancia.
Descubrí que tenía secuelas, muchas más de las que hubiera imaginado y de las que era consciente.
Yo creía que mi única secuela era el asco que me producía que me besaran o me tocaran de según que formas que me recordaban a mi abuelo.
Las acepté y las identifiqué una a una. Descubrí que llevaba puesto un antifaz, hasta para mi misma y comencé a quitármelo.
Aún siento culpa, miedo, vergüenza, inseguridad, tristeza y rabia. No sólo por los abusos sino por mi cobardía y mi forma de huir de los problemas. Me sigue costando salir de casa y enfrentar al mundo. Me muerdo la lengua porque no soy capaz de decir lo que me gustaría, se que más de uno resultaría herido. Pero ahora se contra que estoy luchando y con quien cuento para ello. 

Me niego a seguir asumiendo el papel de acusada. Si algún día fallo y no puedo salir de casa ya no voy a permitir más juicios ni más comentarios. He decidido ser yo quien tome las riendas de mi vida y quiero estar en paz.
Rompo el silencio aquí, desde el cobijo que da el anonimato, a mi modo. Pero me siento como una bomba de relojeria. Antes me podía más pensar que al saber la verdad me iban a mirar diferente. Ahora me puede más que no me están mirando bien, que están juzgando y criticando sin saber, sin comprender y sin conocer. Creo que cualquier día gritaré todo lo que me he callado, y no sólo el abuso o los malos tratos sino cada vez que por falta de consideración me he ido a mi casa llorando.
Encontrar información, el foroGAM y los blogs de otros supervivientes han marcado un antes y un después.
No soy vaga ni débil, no me quedo en casa por comodidad o por floja, no me he ahogado en un vaso de agua por que mi madre haya fallecido ( he llegado a escuchar “es una pena pero madura que tienes 32 años”).
Soy una superviviente de A.S.I. Que entre otras muchas secuelas padece agorafobia y que se ha cansado de soportar opiniones gratuitas que a nadie le interesan. Me he subido a mi coche para emprender este viaje, porque tampoco voy a renunciar a conducir, las puertas están abiertas y quien quiera puede acompañarme, pero quien decida tirar chinchetas al suelo para provocar un pinchazo se quedará acompañando a las piedras del camino.
Ahora yo soy quien tiene el control del coche.

Comentarios

  1. Gracias por este precioso escrito. Me he sentido muy identificada.. El como me duelen los comentarios de la gente, aunque no lo parezca, y como mi empatía con la gente va mas allá de lo normal, rozando casi lo absurdo. De modo que acabo viendo la postura del otro al mismo nivel que la mía, así me muevo en medio de dos opiniones opuestas, no sabiendo nunca que postura debo adoptar ante la situación. A mis 32 años no tengo carnet de conducir, es algo que siempre "esta pendiente", pero que nunca hago. No tengo ningún recuerdo de pequeña asociado a un coche, pero sé que mi falta de empeño esta relacionada con los abusos que sufrí. Yo lo asocio con el manejo de mi vida, siempre ha habido algo (ahora se que es) que me ha impedido manejar mi vida con plena libertad; por ello siempre busco excusas y no doy el paso. Un abrazo. Miriam.

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  2. Animo y... poco a poco. Recuerda que cuesta desarraigarse de lo que durante tantos años te ha hecho mucho daño. Ármate de paciencia, y busca una sonrisa siempre que puedas en tu interior, a través de la niña que un día fuiste.

    Un abrazo de Encontrando el camino...

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  3. Gracias a ti,Miriam por leerlo,por comprenderlo y por contestar.
    Empezamos este camino juntas y tenemos tantas cosas en común que siento que lo estamos recorriendo tomadas de la mano.
    Yo quería el carnet pero nunca me atrevía a dar el paso.No me sentía capaz.Alguien me dijo: Piensa en la persona más estúpida que conoces, ¿a que tiene carnet de conducir? y me atreví. En cierto modo el coche despertó una maraña de sentimientos que no sabía que existían,tuve que dejar la plaza de garaje porque cada vez que aparcaba me producía una angustia y un vacio que quería negar.Pero también lo agradezco,porque ignorar que estaba mal no significa que estuviese bien.Ahora es cuando vamos a conseguir sentirnos bien y sin cicatrices ocultas que nos condicionen.Ahora es cuando estamos tomando las riendas de nuestra vida.

    Tus comentarios siempre me dejan pensando,Encontrando el camino.
    En cierto modo trato de correr cuando aún estoy aprendiendo a caminar,pero soy consciente de que esto no se supera de un día para el otro.Paciencia,una de mis mayores virtudes y sin embargo muchas veces es fácil perderla,es bueno recordar que la necesito más que nunca.
    Mi niña está un poco perdida en el inframundo en que la enterré,pero la estoy buscando para traerla de vuelta y que podamos sonreir juntas.
    Gracias por compartir tu experiencia y por tu apoyo.Un abrazo.

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  4. Me a gustado mucho tu entrada, por que muchas veces yo misma me siento asi. Muchos años vivi negando lo que me habia pasado y cuando todo salio a la luz e hice frente a mi padre y mi familia, todos me dieron la espalda a excepcion de una hermana, pero al el morir me culpo de su muerte asi que de todas formas tomo partido en esta situacion.
    Se que poco a poco se sale adelante, porque yo misma como tu, no dejo de luchar.
    Un abrazo.

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  5. Me conmueven tus palabras.Es duro sentirse sola ante el mundo,pero muchas veces tenemos que plantarnos y decidir quien realmente nos hace bien tener al lado y quien nos amarga la vida.El tema de los abusos en la familia es más duro porque nunca nos entienden y demasiadas veces ni nos creen.Me agarro al viejo dicho "mejor solo que mal acompañado". Para sanar necesitamos a nuestro lado gente buena en quien confiar,no familiares coléricos y ciegos que se dediquen a juzgar al culpable equivocado.
    Ten por seguro que lo conseguiremos,cada día veo a más supervivientes que están al otro lado apoyando y esperando.
    Un abrazo lleno de energía y gracias por tu comentario.

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  6. Muchas gracias Amapola. Yo tambien lo siento asi. Este mes puede que haya llorado mas que en mi vida entera, pero me siento muy orgullosa de cada paso que voy dando y no me arrepiento de haber empezado a caminar... y es un placer hacerlo a tu lado! Gracias por estar alli. Que tengas muy buen fin de semana.

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  7. Me he sentido muy identificada con tu historia en varias cosas, yo también me he sentido como tú perdida, también he desconectado del mundo y sigo haciéndolo porque aún no me encuentro bien del todo entre gente, también he sufrido en parte la incomprensión de la familia, la soledad aplastante que provoca el tener un secreto que huele tan mal y que sabe a derrota debajo tu alma...A mí también me han llamado débil y perezosa por querer quedarme en la cama pero nadie sabe las fuerzas que tengo que sacar cada día para ir al trabajo durante 9 horas diarias, un trabajo en el que me humillan y me tratan como a un perro. Como tú estoy lidiando con muchas cosas en mi día a día, no soporto estar a solas con un hombre, es más, jamás he estado con uno(voluntariamente) a pesar de mis 32 años. Poco a poco y aunque sea a través de pequeños pasos iremos avanzando y conseguiremos esa felicidad que tanto nos merecemos. Un abrazo muy fuerte y que tengas un feliz fin de semana.

    Yo también formo parte de Forogam:)

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  8. Vuestros comentarios son una motivación extra para mi.Quiero pensar que este foro es un granito de arena para concienciar sobre los A.S.I. pero sobre todo su propósito es compartir mis sentimientos con otros supervivientes y que juntos dejemos de creernos "bichos raros".
    Es muy fácil juzgar y criticar.Nadie sabe lo duro que es no poderse levantar de la cama,no tener fuerzas para enfrentar al mundo y sentir que la vida es una tortura.Nadie más que nosotros sabe lo difícil que es sobrevivir en vez de vivir.
    Desconectar es necesario cuando lo que nos rodea es la incomprensión.
    Pero aquí estamos,admitiendo los abusos y enfrentando sus secuelas,no es precisamente un camino de rosas pero juntos lo sobrellevaremos lo mejor posible hasta que llegue el día que nos sintamos en paz.
    Dar pequeños pasos es mejor que no dar ninguno.Lo importante es avanzar.
    Tal vez algún día encontremos nuestras almas gemelas y podamos tener una relación sana,pero mientras eso llega estar bien con nosotros mismos es la prioridad.
    Un abrazo y mucho ánimo para seguir caminando.

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  9. "Ahora yo soy quien tiene el control del coche".
    Me quedo con esa frase!
    Me dejas que entre en tu coche? ;)
    No hagas caso de todas esas personas como bien dices "superinteligentes" que hablan sin saber porque les asusta ver sus propios problemas.
    Es muy fácil juzgar y decir "Venga, levántate. No puedes quedarte ahí parada llorando. Olvídalo. Sigue adelante." Y cómo haces eso cuando no encuentras la fuerza para seguir? Cuando lo único que quieres es que pasarte las horas metidas en tu cama llorando? Y bueno, si necesitamos llorar, qué hay de malo en eso? Llevamos demasiados años haciéndonos las duras, llevando como bien dices, ese antifza y no es que no seamos fuertes es que a veces necesitamos llorar y no hay nada de malo en eso. Hace unos meses me molesté con mi mejor amiga porque estaba de bajón y ella me dijo eso y yo salté llorando, grité que daría lo que fuese por no sentir todo esto que siento.
    Ya basta de tanto juzgar sin saber. Nadie tiene ningún derecho a juzgarnos, nadie. Llevamos nuestras historias a nuestra manera, a veces mejor y a veces peor. Convivimos con nuestras secuelas como podemos y somos mucho más fuertes y valientes que lo que la gente de nuestro alrededor se piensa.
    Ánimo, preciosa!
    Estoy contigo en este viaje.
    Un abrazo muy fuerte!

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  10. Por supuesto que las puertas de mi coche están abiertas para ti.
    De hecho tras escribir esta entrada he conseguido volver a conducir y disfrutar con ello. Cuanto bien nos hace hablar!!!
    Pero sobre todo cuanto bien nos hace sentir algo de comprensión.
    Antes de enfrentar los abusos me sentía una cobarde,ahora veo los problemas cotidianos que abruman a la gente y me siento super fuerte.Es fácil opinar pero ni se imaginan la entereza que se necesita para convivir con esto.
    Ellos no lo ven pero avanzamos que es lo que importa,aunque sea a nuestro ritmo.
    Un abrazo pindesen

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  11. Amapola no somos como el resto del mundo. Frente a diferentes circunstancias nos amoldamos y tenemos esa enorme capacidad de mimetizarnos en el medio que nos rodea para que no se note nuestra presencia. La realidad es otra, estamos allí muy presentes haciendo una diferencia. Estoy segura que lo conseguirás. Yo también me subo a tu coche, porque sé que vas por el mejor de los caminos!
    Clau

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  12. Gracias Clau,no es fácil recorrerlo pero cada pequeño paso es un gran triunfo y sólo por eso y por que nos espera algo mejor merece la pena.
    Hacemos una gran diferencia,pero cada día descubro nuevo compañeros de batalla,como tú, y estoy segura de que esta lucha por romper el silencio marcará un antes y un después.
    Besos

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