Ir al contenido principal

Las consecuencias



A día de hoy soy consciente de muchas de las consecuencias que me han dejado los abusos y centro todos mis esfuerzos en superarlas. Es posible que con el tiempo descubra alguna más. Pero también es posible que con el tiempo me deshaga de algunas y aprenda a convivir con las demás.


Me cuesta horrores ir al médico, sólo lo hago si es absolutamente imprescindible. Desde que mi madre falleció también me ponen nerviosa los hospitales aunque vaya de visita pero eso lo tengo más superado.
Mi principal reto es el ginecólogo. Debería hacerme una revisión anual, sobre todo porque el cáncer de mama que padeció mi madre tiene cierta predisposición genética, pero es superior a mí. De vez en cuando cojo fuerzas y libro mi lucha particular para poder hacerme algún chequeo. Mi doctora me reconoce enseguida aunque vaya de ciento a viento, supongo que no tendrá muchas pacientes a las que le tiemblen las piernas.
El otro gran enemigo es el dentista. Pero por necesidad he conseguido soportarlo. Al fin y al cabo los dientes si que los uso.
Supongo que me siento demasiado indefensa exponiendo mis orificios.

En mi época adolescente abusé del alcohol y de algunas drogas. He llegado a perder el sentido en más de una ocasión, gracias a Dios mis amigos de entonces a pesar de ser los “chungos” del barrio siempre me cuidaron y no me dejaron perderme del todo.
Cambie esa espiral de autodestrucción por una relación completamente dañina. Consentí demasiadas faltas de respeto y me deje machacar psicologicamente. Si él no encontraba trabajo era mi culpa, si no lo buscaba era porque yo lo deprimía, si vivíamos en una pequeña buhardilla era porque yo no ganaba lo suficiente,...
Que horrible es sentirse responsable de las infelicidad de otra persona, que triste es entregar tu corazón y recibir el más absoluto desprecio, que dañino es el sexo cuando el hombre que tienes al lado te usa como un objeto. Me creí todo lo que me decía, llegue a sentirme tan asquerosa y tan poca cosa que en alguna época llegue a agradecer que permaneciese a mi lado y no me abandonara por alguien mejor. Llego a ponerme la mano encima, aunque me temo que hubo peores faltas de respeto que esa, fue la gotita que colmó el vaso. Tenía que viajar por trabajo y cuando regresé mis compañeros me dejaron en la puerta de casa. Las piernas me fallaron cuando pise el primer escalón. En un arrebato agarré la maleta y comencé a andar. Dejé atrás todas mis pertenencias pero no me importo. Estaba y estoy segura de que si hubiese subido las escaleras me habría matado, cuando lo dijo esa última noche sentí que era mucho más que una simple amenaza. Aún me reprocho haber sido una cobarde y no haber dado la cara. Aún no se si algún día seré capaz de tener una relación sana, me da pánico pensar que se puede repetir. Con él estuve casi cinco años, desde entonces no he durado más de tres meses con nadie. Lo único bueno que saqué de esa época es que aprendí a valorarme.

Sexualmente estoy completamente disociada, no soporto sentirme indefensa bajo un hombre, los besos me producen repulsión, soy incapaz de hacer un solo ruido o de expresarme, no me gusta enseñar mi cuerpo y no soporto el contacto físico. Nadie ha conseguido hacerme sentir lo suficientemente querida y confiada como para permitirme sentir y encontrar algo bonito en un acto que acabo haciendo no se ni porqué.
Tras empezar a revivir ciertos recuerdos creo que nunca seré capaz de volver a intentarlo. Dudo que exista alguien que conecte lo suficientemente conmigo como para poder entregarme y olvidar. 
Siento que nadie podrá amarme nunca y me rodeo de mil barreras invisibles para que no intuyan mi fragilidad. Sigo creyéndome demasiado poca cosa y estoy demasiado cansada de tanta decepción.

Sufro agorafobia, me ha costado horrores poder salir de casa y de hecho tuve una temporada de encierro total hasta que afronté los abusos. Tengo ansiedad pero cada vez voy controlando mejor los ataques de pánico. No consigo quitarme la sensación de tener siempre la boca seca, pero a base de chicles y de andar con un botellin de agua encima se hace más llevadero. Tengo un restaurante a medias con una amiga, por el momento me quedo en la cocina. Temo que los clientes me hagan comentarios por el tiempo que estado desaparecida. Antes de hablar la gente debería pensar, se ahorrarían mucha saliva y yo llevaría mejor mi fobia social.
No me acaban de entusiasmar las alturas pero si no veo posibilidad de caerme las tolero.
Quizás mi fobia más curiosa es a las escaleras mecánicas, la gente suele flipar pero yo o voy en ascensor o andando. A base de echarle ovarios he conseguido llegar a subir en ellas pero bajar me supera.

En lo más profundo de la depresión he llegado a no ver salida ni sentido a prolongar el sufrimiento y muchas veces he pensado en borrarme del mapa, por suerte soy una cobarde y quiero demasiado a mi abuela para hacerle eso. Cuando tenía 17 años llegué a hacerme un par de cortes en las muñecas, pero poco profundos. No tengo claro si fue una probatina o una forma de llamar la atención.

Consigo confiar en algunas personas, pero no me resulta fácil. Necesito tiempo y llegar a conocerlos muy bien. Aún así me sigo llevando decepciones.

En el restaurante tengo que controlar cada mesa, cada plato que sale de la cocina, cada cuenta, lo que hace cada uno y como lo hace. Mi socia dice que cuando entro es como si escaneará todo. Si cambian un vaso de sitio me doy cuenta. Siempre alerta, en guardia y controlando...

Dormir durante tres años ha sido un sueño. Algo imposible de conseguir. A base de pastillazos entraba en una especie de coma del que despertaba como si me hubiesen dado una paliza. Hace algunos meses comencé a escribir antes de irme a la cama y todas estas tonterías que os cuento son las que hacen que saque todo y deje mi cabeza vacía para poder relajarme. Aún así necesito la tele o algo de música para no pensar mientras me duermo.

Soy extremadamente autoexigente. Tengo que hacer todo perfecto y sin margen de error. Si meto la pata me siento fatal, pero si además alguien me hace una crítica me hundo. A pesar de que trato de trabajar el tema de la culpa esta faceta no me ayuda nada.

Creo que mi pudor es más extremo que el de la mayoría de la gente. Ir al baño o al probador acompañada no va conmigo. Mi único avance en este aspecto fue hace tiempo, cuando conseguí hacer el amor con la luz encendida.

Estos últimos años en los que la depresión y las fobias cada vez han ido a más he engordado una barbaridad.
No se si como por ansiedad o es una especie de subconsciente que hace que no quiera que los hombres se fijen en mí y me hagan sufrir. Desgraciadamente no debo ser lo suficientemente fea como para acabar de espantarlos.

Y para mi la peor secuela de todas ha sido darme cuenta de que mi memoria está seriamente dañada. No sólo he borrado los abusos. He borrado todo lo malo. Se las cosas que me han ocurrido pero tengo tres imágenes sueltas. Por ejemplo sé que discutía continuamente con mi ex pero no recuerdo las broncas, sólo algunos detalles. A medida que he ido recuperando recuerdos de los A.S.I. He conseguido extraer más cosas de mi memoria como lo relativo a la muerte de mi madre. Es posible que mi cerebro estuviera tan acostumbrado a resetear que lo continuó haciendo durante toda mi vida. Tal vez está tan lleno que por eso ha decidido empezar a liberar todo lo que guarda. Por un lado me dan miedo los recuerdos, por el otro temo que el carecer de ellos me quite la perspectiva. Tal vez no soy capaz de odiar a quien me hizo daño porque no soy del todo consciente de lo que ocurrió.

A todo esto me enfrento para poder sanar, además de a una maraña de sentimientos entremezclados. A la necesidad de hablar y a la vergüenza del que dirán, a querer ser yo misma y a temer que me miren diferente al conocer mi secreto, a saber que fui la víctima y a lidiar con la culpa que aún siento en mi interior, a querer abrirme al mundo y tener pánico a la gente...
Cada testimonio que he leído,cada información que he encontrado me ha hecho conocer las consecuencias de los abusos y descubrirlas en mi misma. Creo haber dado con la mayor parte o al menos con las que más me limitan y me dañan.

El saber es poder y si sabemos lo que nos ocurre podremos superarlo.




Comentarios

  1. Muy identificada con muchas de tus secuelas, yo tambien lucho a diario por dominarlas. Hay días que me vencen, hay días que soy yo la ganadora. Pero no me permito rendirme.

    Pero hay algo de tu escrito que me ha llamado la atención:
    "...Estaba y estoy segura de que si hubiese subido las escaleras me habría matado,cuando lo dijo esa última noche sentí que era mucho más que una simple amenaza. Aún me reprocho haber sido una cobarde y no haber dado la cara...."
    ¿cobarde? Dejas todo atrás, te arriesgas a que él se dedique a buscarte como un poseso con la peor de las consecuencias, decides que él ya no decide tu vida sino que tomas tú las riendas. ¿eso es ser cobarde?

    Yo me fui de mi casa con 20 años, 2000 pesetas en el bolsillo y pasé mi primera noche durmiendo bajo un manzano. Y puedo decir que ha sido la decisión mas acertada que he tomado en mi vida.

    Probablemente también haya sido tu mejor decisión, pues por lo que explicas, es a partir de entonces que has empezado a dar los pasos para tu sanación.

    ¿Que no tienes una relación estable? ¿Y qué? ¿Quien ha dicho que necesitas de alguien a tu lado? Lo de la "media naranja" es un cuento que se han inventado para hacernos creer que o tienes un hombre al lado, o no eres nadie.

    La pareja es ideal cuando los dos son completos por sí mismos. Entonces sí hay una buena relación, porque sin tener necesidad del otro, te complementas con él y hacéis una union sólida. sin dependencias.

    Y tu eres alguien importante por ti misma. Eres y siempre serás lo mas importante de tu vida.

    Suerte en tu lucha contra las secuelas. Un saludo desde el Averno.

    ResponderEliminar
  2. Muy reconocida en algunas cosas... Juventud "loca", autoexigencia, sentimientos contradictorios, memoria selectiva... llevo fatal las críticas y no sé como va ser la próxima relación que tenga ahora que la "olla se ha destapado". Aunque la que mas daño me ha hecho a mí es la división en la que siempre vivo.Por ejemplo casi nunca he integrado a mi ligue del momento en mi vida cotidiana, es como una cosa aparte... un poco difícil de explicar.

    Muy de acuerdo con Némesis, no haber dado la cara como dices tu era la actitud mas valiente y razonable dada la situación.

    Un abrazo.

    Soy Miriam! en mi ultimo comentario se me olvidó firmar!

    ResponderEliminar
  3. Gracias por comentar chicas.
    Lo cierto es que no me expliqué bien.Lo que me hace sentir cobarde es no haberlo denunciado,tal vez no hubiera servido de mucho pero no puedo evitar pensar en la pobre desgraciada que se haya topado con él.Si creo que la huida fue una opción correcta pero aún así el obtuvo mucho más de lo que se merecía.
    Las relaciones en cierto modo soy yo quien las freno,e igual que Miriam suelen ser aparte de mi vida. Es más nunca he presentado ningún novio a mi familia.
    He llegado a un punto en el que estoy muy bien sola,si encuentro a alguien con quien me sienta a gusto estupendo pero no es esa necesidad de aferrarte a un hombre como un clavo ardiendo.Tengo claro que nunca más consentiré que un hombre me anule como persona.

    "Yo me fui de mi casa con 20 años, 2000 pesetas en el bolsillo y pasé mi primera noche durmiendo bajo un manzano. Y puedo decir que ha sido la decisión mas acertada que he tomado en mi vida."
    Eso si que es valentía,Némesis.Leerte siempre es una lección de vida.
    Y Miriam,tranquila que te reconocí igual.
    Un abrazo para ambas.Es un lujo sentirse comprendida,al fin.

    ResponderEliminar
  4. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  5. "En lo más profundo de la depresión he llegado a no ver salida ni sentido a prolongar el sufrimiento y muchas veces he pensado en borrarme del mapa,por suerte soy una cobarde y quiero demasiado a mi abuela para hacerle eso"

    Yo he sentido exactamente lo mismo, ayer lo pensé muchas veces... Que fácil sería morir, por suerte soy una cobarde, temerosa de Dios... Y por mucha más suerte aún las tengo a ustedes y hoy una persona vino a llenarme de buena vibra para continuar la lucha...

    ResponderEliminar
  6. Anmagoca días como ayer es cuando debes aferrarte al amor que sientes por tu niña para sacar fuerzas de flaqueza y seguir adelante.Por ella,por ti.
    Me alegra enormemente verte de mejor ánimo.
    Mientras no te rindas siempre hay esperanza.

    ResponderEliminar
  7. Todo lo que narras, no es ninguna tontería!

    Un abrazo de Encontrando el camino...

    ResponderEliminar
  8. "Soy extremadamente autoexigente. Tengo que hacer todo perfecto y sin margen de error. Si meto la pata me siento fatal,pero si además alguien me hace una crítica me hundo. A pesar de que trato de trabajar el tema de la culpa esta faceta no me ayuda nada."
    Me siento muy identificada con muchas cosas pero este párrafo me ha hecho romper a llorar porque es algo en lo que últimamente pienso muchísimo.
    He descubierto tu blog por medio de Némesis, estoy leyendo ahora mismo tus entradas y quiero que sepas que para nada son tonterías todo lo que estás contando. También me ha impactado muchísimo tu valentía de romper con todo, coger tu maleta e irte... Yo no sé si sería capaz y quiero que sepas que te admiro muchísimo.
    Para mí también está siendo fundamental leer a otras supervivientes como tú porque hacéis que me pare a ver mis propias secuelas.
    Ahora cosa que también me ha llamado la atención es el tema de los besos. A mí tampoco me gustan. Como dices, a mí también me dan repulsión, siento asco y desconfianza, me incomodan esos besos pegajosos... Nunca le había dado importancia ni mucho menos lo había relacionado con los abusos pero se me vino una imagen, mi tío me daba esos besos y entonces caí en la cuenta, relacioné y entendí que mi cuerpo reaccione de esa forma ante unos simples besos. A mí también me pasa.
    Sólo quiero que sepas que te apoyo, que estoy contigo, que aquí tienes otra vocecita más gritando y que aquí me tienes para todo lo que necesites.
    Un abrazo muy fuerte, VALIENTE!! :)

    ResponderEliminar
  9. Creo que se me olvido una cosa,tiendo a menospreciar mis logros.
    A veces es difícil creer en uno mismo pero estoy aprendiendo a valorarme.
    Gracias a comentarios como los vuestros descubro que mis "tonterias" sirven para ayudar a otros supervivientes,para romper el silencio...
    Vuestro apoyo,vuestros mensajes,que os llegue lo que escribo es más de lo nunca espere al abrir el blog.
    Pindesen siento haberte hecho llorar,pero me alegro de que mi entrada te haya ayudado.
    Es triste descubrir que hasta un simple beso puede dolernos pero ser consciente de ello tal vez nos ayude a superarlo.
    Coger la maleta e irme fue un acto de mera supervivencia y de eso y de valentia nosotros sabemos mucho.
    Yo también te ofrezco mi apoyo para lo que necesites.Me pase por tu blog pero quiero leerlo con calma y comentarlo como se merece.
    Un abrazo a tod@s y en especial a Némesis que ha hecho de su Averno un punto de encuentro para esta comunidad,eres grande.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario