No
recuerdo como comenzó todo. Mi abuelo decía que fue mi culpa. Que
un día, con tres años, entré en su cuarto, me subí la falda y le
pedí que me mirara el "chichi".
Él
siempre me decía que recordara que yo lo había empezado y llegue
a creérmelo. A veces pienso que él mismo se engañaba para no
sentir lo asqueroso que era.
Llego
a decirme que era muy afortunada, pues muchas mujeres no
habían experimentado un orgasmo en su vida. Cada vez que me
tocaba, cada vez que me baboseaba, cada vez que se refrotaba yo tenía
que "correrme". Durante muchos años he vivido sintiéndome sucia y
culpable por haber llegado a sentir placer.
La mayoría de las veces fingía los orgasmos para acabar antes.
Alguna vez, demasiadas, mi cuerpo me traicionó y respondió a sus
manoseos.
Eso
es lo peor. No puedes sentirte víctima ni inocente cuando has gozado
con sus caricias. No puedes dejar de sentir culpa cuando una y otra vez has caído en su juego. No puedes esperar
comprensión cuando has solapado su secreto convirtiéndolo en
vuestro.
Sólo
te queda esperar una vida de soledad. Camuflarte en la sociedad y
ocultar quien eres realmente.
Por
fuera aparento normalidad. Por dentro viajo en un carrusel, un día
estoy arriba y otro día estoy abajo.
A
veces me creo débil y otras descubro lo fuerte que soy para
resistirlo todo. Un día soy víctima y al siguiente heroína. Me
envuelvo en un caparazón y me encierro, sin embargo dicen que soy
extrovertida, nadie sabe como soy realmente, ni siquiera yo. A base de
decepciones me cuesta confiar en las personas. He recibido demasiado
daño, hasta saturarme, y el dolor finalmente me ha desbordado.
Vago
sin rumbo en el reino de la mala suerte y la injusticia buscando el
camino que me lleve al reino de la paz.
Me
cuesta hablar, pero escribir es mi vía de escape. Esta es mi forma de
luchar, de romper el silencio que ha marcado mi vida y tal vez sea la
manera de comenzar a sanar mi alma.
Te felicito por comenzar a recorrer el camino de la sanidad... a través de este blog y de lo que poco a poco vayas escribiendo para desahogarte te irás sintiendo mejor... Llegará el momento en que desaparezca la verguenza y comiences a gritarle al mundo tú verdad sin miedo porque no eres culpable de nada. ¿Culpa? Todos los abusados la sentimos pero no es así... Aquí estoy para apoyarte...
ResponderEliminarMuchas gracias por leerme,por tu comentario y por tu apoyo.
ResponderEliminarPasito a pasito veo los primeros progresos. Ahora se que no es mi culpa y aunque cueste dejar de sentirla es un comienzo.
Un abrazo.
"Durante muchos años he vivido sintiéndome sucia y culpable por haber sentido placer.
EliminarEso es lo peor. No puedes sentirte víctima ni inocente cuando has gozado con sus caricias. No puedes dejar de sentir culpa cuando una y otra vez has caído en su juego. No puedes esperar comprensión cuando has solapado su secreto convirtiéndolo en vuestro."
Amapola, ojalá pudieras ver cómo estoy ahora mismo... Cómo me duele, cómo entiendo cada una de tus palabras... Yo sigo sin ser capaz de hablar de la culpa. Para mí es la peor secuela. Escribo sobre ella pero no hablo. Cuando mi psicólogo me ha intentado sacar el tema, sólo soy capaz de gritar "Estoy hasta las narices de la maldita culpa." No puedo pasar de ahí. Es horrible sentirte así y saber que no tienes la culpa de nada porque lo sabes pero hay días en los con saber sólo no te basta. Te vuelves a plantear todo, te vuelves a sentir cómplice de todo... Y te sientes tan sucia! Es horrible sentirse así...
Amapola, te doy las gracias de todo corazón por esta entrada.
No dejes de escribir. Te ayuda a ti y también ayuda a sanar a otros.
Aquí me tienes, estoy contigo.
Un abrazo muy, muy fuerte.
Y otra vez, GRACIAS!
Hace un par de meses era yo la que estaba al otro lado de la pantalla leyendo "http://nemesisenelaverno.blogspot.com.es/2012/06/la-cerradura-de-la-trampa.html"
ResponderEliminarDescubriendo que no era la única "pervertida" que había llegado a sentir placer. No te imaginas como me liberó...
Quise hacer esta entrada por eso.Es nuestro secreto más inconfesable y el que peor nos hace sentir.
En estos días recordé un razonamiento de mi cabeza en aquella época.
Tras sentir un orgasmo pensé que me gustaba sufrir.
El cuerpo de una niña puede reaccionar al estímulo pero su cabeza ni siquiera sabe que ocurre. Yo creía que el orgasmo era el sufrimiento porque no sabía lo que era el placer. No iba desencaminada,eso nos hace sentir ahora...
Y si sabemos que no somos culpables,pero otra cosa es dejar de sentirlo.Tiempo compañera,pasito a pasito y lo conseguiremos.
Un abrazo