Tengo
un bajón y de los gordos. De los de no poder salir de casa ni querer
hablar con nadie.
Perdí
el camino, y cuesta tanto encontrarlo de nuevo...
Una
buena amiga siempre me repite “nunca dejes de escribir”. Y hasta
eso he perdido últimamente, hasta las ganas de escribir,de sacarlo
todo, de desahogarme.
A
veces me pregunto en que momento empecé a encontrarme mejor en
soledad. No recuerdo una época de mi vida en que no haya deseado
estar sola. Ya cuando era niña mi mayor ilusión era que mis padres
se fuesen a la piscina con mi hermana para quedarme castigada toda la
tarde, sola en casa.
No
tengo claro si la primera navidad que pase sola fue a los 17 o a los
18 años. Lo más triste es que viendo una película mientras cenaba
canelones de atún disfrute mucho más que en esas supuestas
maravillosas cenas familiares.
Esos
años en los que no tenía contacto con mi padre y en los que mi
madre o cenaba con mi abuelo o se iba al pueblo de su novio cené muy
bien acompañada por mi familia de cuatro patas.
Recuerdo
una nochevieja en la que compre pasas para las campanadas, siempre me
atraganto con las pepitas de la uva, y a lo que fui a contar doce mi
traviesa “lobezna” se había dado el atracón. Acabamos
degustando a medias unos gajos de mandarina.
Como
no voy a tener el corazón hecho agujeritos si en unos meses he
perdido a mi anciana gruñona, a mi fiel brutota, y a mi peluquero
saltarín. Fueron la familia que realmente elegí y los causantes de
mis más sinceras sonrisas.
La
navidad sabe a amargura cuando recuerdo a aquella niña indefensa.
Mi
función en esas fechas era acompañar al ídolo de la familia a
emborracharse al bar mientras preparaban la cena. Una vez un camarero
le dijo que por favor no cogiera el coche, yo no entendí nada. Para mi el
peligro estaba en el garaje, no circulando.
Me
encantaría recordar regalos, villancicos, ilusión,... en vez de
abusos, asco e impotencia.
La
navidad sabe a derrota cuando recuerdo a aquella chica vencida.
La
última vez que lo vi fue en nochebuena. Manipulada, casi coaccionada
por mi madre accedí a cenar con ellos. Hubo mucho chantaje
emocional, y deamsiada culpa pero todavía no entiendo como consiguió
convencerme.
Él
ya no era más que un anciano decrepito conectado a una mascarilla de
oxigeno. Me miró como sorprendido y me saludó con dos besos babosos
como si me hubiera visto el día anterior. Una velada llena de
hipocresía en la que cada uno interpretaba su papel. La noche más
larga del año, sin duda.
No
fui capaz de sacar los trapos sucios, me comporté, cené, jugué con mi
lobezna y me marche. Hasta me sentí fuerte por ser capaz de estar
allí, pero desde luego no estaba preparada para enfrentarlo y nunca
más accedí a verle, ni siquiera fui a su entierro.
Si
iba a sobrevivir en la derrota del silencio sería lo más lejos
posible de mi abusador.
Creo
que nunca le perdone a mi madre aquella imposición, me dolió incluso
más que su ceguera voluntaria.
La
navidad sabe a soledad cuando lo que hay alrededor es incompresión y
consumismo.
Después
de reintegrarme en la familia paterna turnaba las cenas y comidas y
trataba de satisfacer a ambos bandos. No ha habido una ocasión en
que un comentario, una burla, un mal gesto no me haya herido.
Tal
vez soy demasiado sensible o no exteriorizo lo suficiente. Tal vez
estoy tan acostumbrada al antifaz que no me lo quito hasta llegar a
casa, con mi familia de cuatro patas.
Cuando
no es uno, es otro. El golpe puede venir de quien menos te lo esperas
pero siempre llega.
El
hecho es que mis navidades más felices fueron gatunas y perrunas.
Y
hasta me siento mal, porque en estos momentos debería acordarme de mi
madre más que de ellos, pero por absurdo que pueda parecer, hoy siento
mucho más su ausencia. Hoy necesito su cariño incondicional, su
sencilla alegría, sus travesuras espontaneas...
Ha
sido un año negro. Un año agorafóbico y antisocial. Lleno de
decepciones y desilusiones.
Este
año, es el primero que me pesa la soledad real, la del alma.
Sólo
puedo sentirme agradecida por la cuatro patas perruna que aún me
saca alguna sonrisa.
Y
sobre todo por haber encontrado en el camino a otros supervivientes
que me han hecho el mejor regalo, su amistad y comprensión. Tal vez
vuelva a confiar de nuevo en el género humano, porque tras el teclado
del ordenador es donde he encontrado las palabras necesarias para
poder seguir adelante.
No
puedo dejar de pensar en todas las víctimas que se verán obligadas
a cenar con sus abusadores.
En
todos los supervivientes que cenarán solos o en una mesa llena de
caretas y falsedad...
Gracias por darme el coraje de intentar desahogar lo que siento en un blog propio. Soy una sobreviviente que apenas comienza a hablar del infierno por el que vivió. Un abrazo enorme
ResponderEliminarMe encantaría conocer tu blog. A veces hablar nos remueve,pero ayuda mucho sacar todo aquello que aprisionamos en el interior.
EliminarEl coraje no te lo he dado yo,estaba adentro tuyo desde siempre. Sólo que a veces el leer a otros supervivientes y sentirnos comprendidos nos da la fuerza para buscar nuestro camino.
Gracias a ti por tus palabras y un abrazo.
Se te echaba muchísimo de menos.No te aisles,ya no estas sola y sí no te atreves a hablar aquí sabes que en el foro siempre encontrarás a alguien que te escuche.
ResponderEliminarSiento mucho lo de tú familia de cuatro patas.
Gracias,en cierto modo necesitaba acomodar las ideas, y aún estoy un poco en ello.
EliminarA pesar de que os echaba de menos no me salían las palabras.
Pero a veces ni siquiera necesitamos que nos escuchen,con saber que hay alguien ahí sirve.
Un abrazo.
Yo apenas te conozco y quizá mis palabras no te sirvan de mucho en estas circunstancias.
ResponderEliminarAfortunadamente no he vivido tu infierno, pero sé de sufrimientos profundos y quiero dejarte mi fuerza, mi luz y mi abrazo.
No te rindas. Descansa cuando no puedas más, pero no dejes de caminar, aunque sea pasito a pasito.
Te mereces encontrar la felicidad y sé que lo harás.
Un beso y feliz navidad. Búscate en tu corazón. En él está la verdadera paz.
Tal vez no nos conozcamos en persona o desde hace mucho tiempo,pero a través de las palabras se deja traslucir el interior de las personas,y el tuyo es tan hermoso...
EliminarQuizás necesitaba un parón en el camino,pero tratare de seguir avanzando hacia esa felicidad aunque sea pasito a pasito.
Con retraso,pero feliz año y un abrazo.
Cielo, ojalá sea la última Navidad que te pesa más el dolor del pasado que la ilusión por el futuro. La vida no es justa y probablemente no existan los milagros navideños, pero yo aún confío en el milagro de que la ilusión nos borre la soledad y el desencanto.
ResponderEliminarUn fuerte fortísimo abrazo
Gracias Lunita. Yo no sé si confío en la ilusión porque de ella me surgen las mayores decepciones,pero si confío en ti y en mí y en que esa soledad y desencanto algún desaparecerán.
EliminarUn beso enorme.
A mi tampoco me gusta la navidad pero intento ser práctica y hacer lo que realmente me apetece y estar con quien deseo de manera sincera, en tu caso todavía debe doler mucho más porque el tema familiar, todo bonito y maravilloso,la hipocresía que se respira en muchos casos.¿No te planteas volver a tener compañero de 4 patas? si vives sola ya sabes que la compañia e incondicionalidad que nos proporcionan es incomparable. Expulsar lo que nos duele considero que es muy terapeútico aunque en ocasiones tengas poca energía para llevarla adelante pero pienso que es de los mejores balsamos para reparar lo irreparable. Un fuerte abrazo
ResponderEliminarGracias Roser.
EliminarEmpece el 2012 con dos perras,dos gatos y un canario, y lo terminé con una perrita preciosa que fue la única superviviente.
Eran ya viejitos pero no por ello deja de doler. Por el momento nos quedamos las dos solas y más adelante ya veremos...
Un abrazo.
ME ALEGRO DE QUE HAYAS VUELTO A ESCRIBIR,SE QUE ES OTRO PASO PARA VOLVER A SALIR DEL AGUJERO Y SOBRETODO LA AYUDA QUE DAS A LOS DEMAS CON TUS PALABRAS
ResponderEliminarCUANDO TU SEAS FELIZ PODRAS SER FELIZ CON LOS DEMAS,SE EGOISTA Y SE FELIZ AMAPOLA,B.G.A
ResponderEliminarGracias por comentar. De hecho estoy precisamente en eso,en empezar a pensar en mi,en lo que necesito y en lo que me hace daño.
EliminarA veces los obstáculos son tan grandes que chocamos inevitablemente contra ellos,pero si no hay forma de sortearlos habrá que aprender a apartarlos de nuestro camino.
Un abrazo
Ha sido un año impresionante. Quieras verlo o no, te has abierto al mundo, y lo que es mas importante, te has abierto hacia tu mundo interior. Esto es lo más difícil, y el camino mas rápido hacia tu sanación.
ResponderEliminarTus palabras a veces descorchan ese vino espumoso en el que se encuentran ahogados mis recuerdos del pasado.
Gracias por estar ahí y, felices fiestas!!
Gracias a ti por acompañarme desde el primer día de esta aventura.
EliminarPor un lado en el balance es un año negro y estaba deseando que terminara,pero leo tus palabras y en cierto modo me siento orgullosa por esos pasitos que he ido dando.
"Tus palabras a veces descorchan ese vino espumoso en el que se encuentran ahogados mis recuerdos del pasado" eso me ocurre a mí con las tuyas y tantas otras...
Con retraso,pero feliz año y un abrazo.
Si, para muchas personas fueron navidades tristes, por lo que esto representa, la familia, y cuando el abuso se vivió en la familia es mucho muy difícil soportar las fiestas, ver gente sonriendo, que te llamen amistades que no saben lo que te pasó y te platiquen de sus familias, sus intercambios, lo alegre de su cena y lo lindo que la han pasado, es como un golpe en el estómago, me dejan sin aire. Por otro lado tengo a mi mamá, que tiene que cenar sola con mi papá y mi hermano, el resto de la familia vino a mi casa, pero aún así, me falta algo, me faltan mis pilares, me siento como un edificio al que le quitan sus cimientos y se tambalea por completo, pero en medio de la oscuridad me doy cuenta que aún hay algo por qué luchar, mis hijos, Dios está conmigo y lo puedo sentir por todo lo que me dá a través de ellos. Así como yo, estoy segura que tú también has de tener alguna luz en tu vida. No te alejes de este espacio, yo aún no tengo mi blog porque ni siquiera sé como crearlo, pero estoy escribiendo un diario y tal vez algún día me anime a publicarlo. Te deseo fortaleza, bendiciones, amistad y todas las cosas buenas que la vida te depara, y que a veces no podemos ver. Un abrazo desde México, Cassandra
ResponderEliminarMe ha emocionado tu comentario,Cassandra... Crear un blog es muy fácil,si lo he hecho hasta yo!.
EliminarTodo es ponerse a ello,y si te pierdes sólo dilo y te ayudo.
Seguro que te haría bien compartir ese diario...
Cuando en medio de la oscuridad las luces son tan tenúes que cuesta encontrarlas es mejor buscar la propia luz.
Gracias por tus buenos deseos,yo sobre todo te deseo lo que todos queremos encontrar al final del camino,felicidad.
Un abrazo lleno de cariño,Ana.
"No puedo dejar de pensar en todas las víctimas que se verán obligadas a cenar con sus abusadores.En todos los supervivientes que cenarán solos o en una mesa llena de caretas y falsedad..."
ResponderEliminarSoy de las que lo pasan mal estas fechas, una de las que mencionas en estas frases pero sabes, hace poco que entendí una frase que me decía hace años "He sobrevivido a otras navidades". Somos supervivientes y demostramos nuestra fuerza escribiendo. Siento tu pérdida peluda. Un abrazo
Gracias Telesla. Como te contesto un mes tarde,pues enhorabuena por sobrevivir a otras navidades.
EliminarQuién sabe lo que nos depare este año,tal vez dejemos de sobrevivir para empezar a vivir...
Un abrazo enoooooorme
Yo por fin pude decidir irme, lejos, sin ningún abusador o ningún familiar cerca que me recuerde la amargura que viví, lo he logrado, por fin un fin de año tranquila, en paz, aunque he sentido ese hueco que me avisa q se mueve la vida, pero he estado con gente que me quiere y sinceramente me cuida,.
ResponderEliminarEnhorabuena,porque has tenido la valentía de crear tu tranquilidad. Rodearse de gente que te quiere,que te cuida es un gran triunfo en la vida.
EliminarUn abrazo.
Siento tanto que estés así...
ResponderEliminarQuiero mandarte un abrazo muy, muy, muy fuerte de punta a punta de España de grande.
Conocerte este año, leerte y sentirte ha sido un placer enorme.
Deseo de todo corazón que encuentres en ti toda la fuerza y la energía que nos transmites siempre con tus palabras.
Eres muy fuerte, muy, muy fuerte.
Es sólo un bache, si, otro más pero acabará pasando.
Hace tiempo que diste el paso más importante, enfrentarte a tus fantasmas. Ahora toca seguir trabajando con todas tus ganas por superarlo. Párate a descansar un poco, respira bien hondo, coge aire y verás como en menos de lo que te imaginas, vuelves a alzar el vuelo.
Confíamos en ti!
Y como te han dicho, se te echaba muchísimo de menos.
Un abrazo gigante!!
Gracias mi soñadora.
EliminarPoco a poco voy escalando el bache.
Tus palabras siempre me llenan de energia,y para mi también es un placer leerte,de hecho lo mejor de este 2012 ha sido conoceros.
Porque ahora hay alguien ahí,en medio de la soledad sentirse comprendida y escuchada es mágico.
Espero no defraudar vuestra confianza.
Un abrazo gigante para esas tierras salerosas.