Como mucha gente convivo con la
ansiedad.
Lo peor los ataques de pánico.
Imposibles de explicar al mundo. El anterior fin de semana estaba en
la cocina y tuve que huir al almacén, de repente esa boca seca y el
corazón saliendose del pecho me dejaron indefensa.
Todo por que me sentí acorralada y
presionada, porque había demasiada gente en mi espacio
vital, observando lo que estaba haciendo. Dos personas... Hay días
que no soporto la cercanía de nadie y aunque otros en los moriría por un
abrazo no llevo nada bien el contacto físico. Incomprensible.
Momento de absoluto descontrol en el
que o desaparezco y trato de calmarme o estallo.
Siempre esta ahí y aunque estoy
aprendiendo a no dejarme llevar por ella tengo la sensación de que
nunca desaparecerá.
He avanzado muchísimo la parte de la
agorafobia, una vez doy el paso de salir de casa puedo ir a casi
cualquier sitio. No siempre me siento bien, pero lo controlo lo
suficiente para no llegar a tener un ataque. A veces cuesta más y
otras menos, pero trato de no dejarme limitar por ella. Eso si el
coche siempre está cerca porque es como un salvavidas, un lugar
seguro en el que refugiarme.
Mi asignatura pendiente es el trato
humano. Porque hay gente a mi alrededor que me hiere, y mucho con sus
comentarios. Es como llevar una mochila de culpas a la espalda y cada
vez que vas liberando alguna llega una frase que te hace sentir
pequeñita y le echa otro kilo de peso a la mochila.
Y entiendo que no es comprensible pasar
meses encerrada en casa, volver y no hacerlo al cien por cien. No se
imaginan lo difícil que puede ser algo tan sencillo como
dormir, atravesar la puerta de casa o aguantar la presión del día a
día en el trabajo.
Pero es que sentirse la acusada
mientras el juez dicta su sentencia no ayuda en nada, sólo a
acrecentar la ansiedad y a hundirme en otra culpa más.
Una aguanta los ataques con
educación, pero cuando algunos carecen de ella es tan difícil no
contestar, no gritar lo que en realidad nos pasa por la cabeza. Lo
injusto que es tener que soportar su falta de respeto y de tacto, con
el esfuerzo que supone simplemente estar ahí y no permitir que la
ansiedad tome el control.
Luego está la gente que se interesa
sinceramente por como estoy, la mayoría clientes o meros conocidos.
Que incomodan sin querer pero que te hacen sentir de nuevo bajo el
yugo del antifaz.
Porque si te preguntan como estas, dices
bien tenía depresión o ansiedad pero ya voy mejor... No dices echa
una mierda porque me destrozaron la infancia y tratando de
sobrellevar lo mejor posible las secuelas de los abusos.
Una sola frase, una sola pregunta
dispara la ansiedad de nuevo. El nerviosismo esta adormecido y cada
comentario lo dispara.
Y a pesar de todo me siento orgullosa
porque hace bastante que no tengo un ataque. Porque lloró y rabio
pero dejo salir las emociones y sigo teniendo yo el control, no ella.
Pero sigue ahí, amenazando con
desbocarse en cuanto le sea posible.
Siempre habrá gente que te hiera con sus comentarios, aunque lo hagas extremadamente bien siempre habrá quien te critique o te juzgue... Así que no sigas llenando la mochila con ese peso, porque es un peso muerto, sin ningún valor... Haz oídos sordos, tarde o temprano dejaran de importarte y hacerte daño...
ResponderEliminarCuando quieras y desees estallar hazlo, creo que eso te ayudará poco a poco, porque el tenerlo reprimido no lo está haciendo para nada, así que empieza a sacar todo lo que tengas por dentro bien sea gritando, llorando o como mejor te plazca...
Una última cosa aunque te sientas destruida cuando te pregunten como estás? Responde siempre muy bien, verás como increíblemente el inconsciente y subconsciente van tomando la frase hasta hacerla realidad, porque llegará el momento en que realmente te sientas así...
Un gran abrazo...
Comentario sabio y lleno de buenas pautas a seguir.
Eliminar"Una última cosa aunque te sientas destruida cuando te pregunten como estás? Responde siempre muy bien, verás como increíblemente el inconsciente y subconsciente van tomando la frase hasta hacerla realidad, porque llegará el momento en que realmente te sientas así"
Especialmente esta,un punto de vista certero y muy alentador.
Gracias por compartir tu experiencia.
Un abrazo
Poquito a poco...Lo importante es no agobiarse...
ResponderEliminarQuienes están cerca te comprenderán...
Ausentes en los momentos en que lo necesitas y presentes en los abrazos, cuando te hagan falta...
Mi fuerza y los míos los tienes siempre, aunque sea en la distancia...
Camina, Amapola, recuerda que hasta el pasito más pequeño puede ser un avance muy grande... : )))
Pasito a pasito se hace el camino...
EliminarY como decía mi bisabuela "vísteme despacio que tengo prisa",a veces me agobio yo solita,pero son vuestras las que me hacen reflexionar.
Gracias por estar,un abrazo enorme.